Protegido: Project Manager | Iniciación a los proyectos digitales [5º Píldora]

Alinear los proyectos con la visión y misión de la organización es un concepto fundamental en la gestión de proyectos, así podemos garantizar que las iniciativas estén en consonancia con los objetivos a largo plazo de la empresa. 

Pero, ¿Cuál es la visión y misión de una organización?

Visión: representa una expectativa de lo que la empresa espera lograr en un futuro. 

Misión: propósito de la organización en el presente.

Conociendo la visión y misión de la organización, los proyectos se convierten en iniciativas que ayudan a avanzar hacia esa visión. Todo comienza en el portfolio y a través de aquí se desarrollan programas y proyectos con el objetivo de aportar valor y llevar a la organización a su visión y misión.

El portfolio permite alinear las iniciativas de programas y proyectos con la estrategia de la organización. Por otro lado, los programas y los proyectos se esfuerzan por entregar los resultados de manera eficiente y efectiva, en línea con los requerimientos estratégicos del negocio. 

¿Cómo puedo alinear los proyectos con la estrategia de la empresa?

Representa un aspecto fundamental que garantiza que las iniciativas de la organización estén en consonancia con sus objetivos a largo plazo. Cuando una organización desarrolla su estrategia, se compromete a determinar qué proyectos aprobar, cuáles rechazar y cuáles posponer según sus necesidades y metas estratégicas. 

Es muy importante que el objetivo de cada proyecto se centre en proporcionar beneficios tangibles a la organización. 

Si en algún momento la estrategia de la organización cambia, también deberán hacerlo los proyectos. Esto pasa a ser responsabilidad del Project Manager, que será el encargado de asegurar que cada proyecto contribuya al logro de los objetivos estratégicos de la organización. 

La gestión de proyectos y operaciones están muy relacionadas pero cabe destacar que tienen enfoques muy diferentes. 

Las operaciones son las actividades recurrentes que producen valor y sostienen a la organización en el presente. Por otro lado, los proyectos son iniciativas que incrementan el valor de la organización y la llevan hacia adelante. 

En la cima de este enfoque encontramos la gestión de portfolios, que es la encargada de alinear los proyectos con la estrategia de la organización y garantizar que estén en línea con los objetivos establecidos. 

La organización y sus proyectos

Una organización parte de un estado actual y aspira a alcanzar un estado futuro por medio de los proyectos que se irán desarrollando a lo largo del tiempo. Estos proyectos son los encargados de generar valor para el negocio, por lo que es fundamental entender las necesidades y objetivos de la organización para alinear adecuadamente los proyectos con su visión. 

Entra dentro de la responsabilidad del director de proyectos que estos aporten valor a la organización. Este valor puede manifestarse de diversas maneras, como por ejemplo, la satisfacción del cliente, la mejora de los procesos internos o el lanzamiento de los productos y servicios que generen ingresos adicionales. 

Aunque los proyectos también pueden surgir como respuesta a requisitos regulatorios, legales o sociales. La presión de los clientes y la sociedad pueden influir en la necesidad de cumplir con ciertos estándares sociales o ambientales. 

Otros proyectos pueden surgir para satisfacer las necesidades de los interesados o mejorar productos. La capacidad de adaptación y anticipación a los cambios del mercado es fundamental para el éxito a largo plazo de una organización.

Tipos de proyectos

Podemos clasificarlos en: 

• Proyectos de innovación o también conocidos como proyectos activos 
• Proyectos de cambios en el ambiente, denominados también pasivos

Proyectos de innovación

Podemos identificar diferentes categorías: demanda de mercado, necesidad de negocio, oportunidades estratégicas y los avances tecnológicos. 

Estos proyectos son fundamentales para generar ingresos y aumentar el valor de la organización.  

Algunos factores que propician el inicio de estos proyectos son:

• Demandas del mercado: el desarrollo de un nuevo producto de consumo que responda a las tendencias actuales del mercado y a la demanda de los consumidores.
• Necesidad de negocio: implementación de sistemas o herramientas dentro de una organización que brindará ventajas respecto a la competencia y mejorará procesos internos.
• Aprovechar oportunidades estratégicas: expansión de una empresa a una nueva zona geográfica, aprovechando así las oportunidades de crecimiento en esa región.
• Avances tecnológicos: como por ejemplo, el desarrollo de una plataforma que cuente con inteligencia artificial y que ayude a la personalización de servicios dentro de un e-commerce.

Proyectos de cambios en el ambiente

Surgen en respuesta a necesidades sociales, consideraciones ambientales, requisitos específicos del cliente o requerimientos legales. Estos proyectos pueden surgir debido a la presión social o a cambios en el entorno legal y regulador. 

Dentro de las organizaciones es importante priorizar los proyectos de innovación frente a los proyectos de cambios en el ambiente ya que los primeros tienen un mayor potencial para aumentar el valor y la competitividad de la organización. 

Los factores que pueden contribuir al inicio de un proyecto pueden ser diversos, como la introducción de nueva tecnología, las fuerzas competitivas del mercado, incidentes con materiales, cambios políticos, demanda del mercado, cambios económicos, solicitudes de clientes, oportunidades estratégicas, necesidades del negocio o sociales e incluso consideraciones ambientales. 

Estos factores ayudan a determinar las necesidades y objetivos del proyecto, así como los recursos y estrategias necesarias para su ejecución. Es esencial identificar y comprender estos factores para garantizar el éxito y alineación del proyecto con los objetivos de la organización. 

Algunos factores que propician el inicio de estos proyectos son:

• Necesidades sociales: como por ejemplo el apoyo a la educación en comunidades desfavorecidas.
• Consideraciones ambientales: con el objetivo de cumplir con normativas vigentes.
• Requisitos específicos del cliente: con el objetivo de cumplir con estándares de calidad o seguridad, por ejemplo.
• Requerimientos legales: como por ejemplo la actualización de los sistemas de seguridad de una empresa.

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