Formación online ¿modalidad formativa o algo más?
En nuestra opinión es y debe ser algo más, trataremos de explicarlo en este post.
La formación de los profesionales y el desarrollo del capital humano por parte de las empresas es afortunadamente un concepto asumido y en gran medida implementado. Son muchos los beneficios de la capacitación continua y alineada con las necesidades de las organizaciones.
Dentro de este contexto, la formación presencial juega un papel determinante. Es a veces el punto de inflexión para iniciar a una persona en una materia, herramienta o metodología de trabajo.
La formación online, desde el punto de vista operativo, juega un papel muy importante en una organización por su flexibilidad para conciliar la formación con las posibilidades y circunstancias personales de cada persona, como horarios, conciliación familiar, etc., pero a su vez debe servir para profundizar en un objetivo estratégico que es la implementación de la cultura del aprendizaje autónomo:
- Fomentando el aprendizaje compartido.
- Profundizando en los contenidos tanto en los que aporta el propio campus como en aquellos recursos que la Red nos brinda.
- Asumiendo el alumnado un compromiso con su propio aprendizaje.
Podemos asegurar que un Plan de Formación perfecto debe combinar formación presencial con formación online.
Pero, ¿cómo conseguir todo esto? y lo que es más importante… ¿cómo conseguir movilizar al alumnado hacia este objetivo? …
¿Cuál debe ser el rol del tutor online?
Para que la formación online sea 100% efectiva debe existir el soporte necesario para que una persona que se encuentra en un campus virtual, pueda resolver dudas o recibir orientaciones de forma efectiva sobre el contenido o su aprendizaje.
No basta, con que “haya alguien detrás a quien preguntar las dudas” el tutor ha de jugar un papel más importante y por supuesto muy proactivo. Ante un buen contenido, su rol ha de ser el de un dinamizador que propicie un aprendizaje efectivo y eminentemente práctico. Debe saber movilizar a su alumnado hacia el máximo aprovechamiento posible de su paso por el campus: contenidos y herramientas comunicativas.
Al igual, el alumnado ha de conocer cuál es su grado de asimilación y recibir información sobre el resultado. Los campus virtuales ya se encargan de reportar la evaluación teórica pero es el tutor el que debe aportar el adecuado feedback sobre la experimentación práctica. Para ello ha debido movilizar antes al alumno hacia su experimentación.
¿Es suficiente con los contenidos del campus virtual?
Son parte importante, pero el tutor ha de propiciar, facilitar y dinamizar el acceso a contenidos externos que serán muy útiles para el alumnado y su formación. Por tanto, implicarlos en dicha gestión del contenido externo.
Con ello, no sólo incrementa el contenido y por tanto el aprendizaje, sino que también moviliza hacia el aprendizaje autónomo antes indicado. Dinamizando la comunidad educativa hacia la compartición del conocimiento.
Finalizado el curso y… ¿después qué hacemos?
Antes de finalizar el tutor deberá cerrar con el alumnado de forma individualizada, en base a sus expectativas y necesidades un Plan de Acción que:
- Enumere dichas expectativa y necesidades.
- Especifique acciones a modo de compromiso personal para cubrir dichas necesidades.
Para cerrar el círculo, mantener abierta la comunidad virtual de aprendizaje permite continuar el proceso en el tiempo, retroalimentándose continuamente con el aprendizaje compartido y con nuevos recursos.
Por tanto, podemos concluir que es algo más, siempre que se propicie:
APRENDIZAJE AUTÓNOMO:
TUTORÍA PROACTIVA
+
APRENDIZAJE COMPARTIDO
+
PLAN DE ACCIÓN PERSONAL
+
COMUNIDAD DE APRENDIZAJE
Esto nos acerca a los Entornos Personales de Aprendizaje que trataremos en siguientes post.