Arquitectos y el Design Thinking
La arquitectura es una de las profesiones que más se están reinventando en los últimos años. Tanto es así, que muchos trabajadores abandonan la profesión al no encontrar las “herramientas” adecuadas y actualizadas para ofrecer el mejor servicio y con la mayor calidad del mercado a sus clientes.
En esta profesión, estar actualizado no implica solo tener las mejores tecnologías a nuestro alrededor para poder crear los proyectos más innovadores y modernos que existen en la actualidad. Estar actualizado implica también conocer cómo es la sociedad, la rapidez con la que suceden los cambios en esta era de las telecomunicaciones en la que vivimos, cuáles son los estilos actuales…
Pero no solo vale con eso, sino que también hay que tener una gran capacidad de adaptación a la hora de realizar cualquier tipo de trabajo, lo que implica saber gestionar todos los cambios que pueden existir durante el proceso productivo. Todo esto conlleva que mostremos gran interés por las novedades que existen en nuestro ámbito.
Una de las herramientas o maneras de pensar que nos ayudan a estar actualizados y ofrecer un servicio óptimo y de calidad es el Design Thinking. Este concepto se lleva trabajando y aplicando durante los últimos años en muchos sectores y está empezando a utilizarse en arquitectura. El Design Thinking es el conjunto de procesos que se siguen, tanto estratégicos como prácticos y cognitivos, que ayudan a elaborar un buen diseño. Esto implica desarrollar nuevas ideas de forma creativa e innovadora cubriendo un nicho de mercado, es decir, una necesidad de un cliente potencial que no está cubierta todavía.
Cómo aplicar el Design Thinking
El Design Thinking se puede aplicar de muchas formas en la arquitectura, pero hay varias fases:
1. Observación e inversión: Esta fase consiste en conocer cuáles son las necesidades de nuestros clientes, qué es lo que se demanda en el mercado y extraer conclusiones de esas necesidades.
2. Definición del problema: Tras eso, hay que saber cuál es el problema concreto al que nos enfrentamos, es decir, el diseño de una casa, una remodelación…
3. Ideación: Consiste en proponer ideas para solucionar ese problema.
4. Prototipado: Esta fase consiste en elegir las propuestas que más útiles vemos y crear un prototipo de ellas.
5. Evaluación: Esta es la fase esencial. Aquí habría que ver qué ventajas y qué inconvenientes tiene el prototipo que hemos elegido. Si estos últimos son más, habría que empezar con un nuevo prototipo o incluso volver a empezar por la primera fase.